viernes, 12 de marzo de 2010

Después de ocho décadas de su muerte se publica la primera biografía de franz kafka

La “lucha” por escribir sobre el compromiso vital de Franz Kafka
Por Diego Alejandro Gomes López

El filólogo Josef Cermak intenta ahondar las relaciones de Kafka con el mundo checo que según este filólogo son más amplias de lo que muchos piensan.
Y es que precisamente Kafka nacido en 1883 en la capital de Bohemia una de las tres regiones históricas que componen la republica Checa durante el imperio Austro – Húngaro, y muerto en 1924 cerca de Viena, no obstante, escribía únicamente en Alemán, idioma que habla gran parte de la comunidad judía de Praga a la que el pertenecía.
Esta edición para coleccionistas y en la que se decidió una tirada de 2.500 ejemplares, contiene mucho material inédito, como fotos, postales escritas de sus viajes al extranjero además de manuscritos relacionados con asuntos familiares. El Libro debería haber salido a la luz en los 60, sin embargo en esa época se pensaba que se trataba de un escritor Praguense sin importancia, Cermak además respalda profundamente a Kafka ya que fue capaz de aportar un lenguaje muy peculiar y bello.
La producción Kafkiana estuvo prohibida en la Checoslovaquia socialista al considerarse a este autor como reaccionario, motivo por el cual sus estudiosos fueron acosados por la policía política de régimen de esa época. Convirtiéndolo hoy en día luego de veinte años de la caída del comunismo en una de las figuras del paisaje urbano de Praga, dando como resultado, que sus obras sean reconocidas mas internacionalmente que dentro de su país.
En su honor existen esculturas, estatuas y también existen numerosas placas conmemorativas que llevan su nombre no obstante el pasado social de su país impidió que tenga el mismo reconocimiento que tiene en el exterior, y que forme parte del bagaje literario de sus compatriotas. Fue realmente su gran amigo y también escritor Max Brod hasta su muerte en 1968, quien se encargo de publicar las obras de Kafka y no quemarlas. Sin el hoy nadie lo conocería. El resto del legado se conserva en Tel Avit (Israel) donde al parecer se incluye un importante diario de juventud.
La vida de Kafka se apago en Viena, víctima de una tuberculosis y su cuerpo fue trasladado a Praga donde actualmente reposa en un nuevo cementerio judío de esta capital.

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